Preparación
Posición del paciente
Para las operaciones en la cara, el paciente debe colocarse apoyado sobre la espalda (decúbito supino) y con la cabeza ligeramente elevada por encima del nivel del corazón para facilitar el retorno venoso y disminuir el edema.
Asepsia y antisepsia
La asepsia consiste en el lavado con agua y jabón, secado y la aplicación de líquidos antisépticos (Betadine ® quirúrgico) sobre la zona a tratar.
La antisepsia comprenderá todos los procedimientos encaminados a evitar la contaminación del área quirúrgica: colocación de campos quirúrgicos estériles de manera que cubran el cuero cabelludo y el resto del cuerpo y preparación adecuada del equipo quirúrgico. Cirujano, ayudante e instrumentista deberán vestir ropa de quirófano, utilizar calzado quirúrgico, llevar gorro y mascarilla, proceder al cepillado de manos y antebrazos y, finalmente, ponerse una bata y guantes estériles.
Marcación
Para evitar los tatuajes provocados por la tinta de los rotuladores convencionales, utilizaremos tinta biológica: azul de metileno, violeta genciana o un rotulador dermográfico. Con la ayuda de un palito de naranjo o de un pincel muy fino esterilizados marcamos sobre la piel la planificación quirúrgica, principalmente la línea de incisión, la zona de despegamiento, el área del tumor, su margen de seguridad, etcétera.
Infiltración
Aunque la rinoplastia puede ser realizada bajo anestesia general o local acompañada de sedación, siempre realizamos la infiltración de una solución anestésica con adrenalina, ya que evita el sangramiento y nos facilita la disección anatómica de las estructuras.