Tratamientos complementarios
Tratamiento de las alas de la nariz
Es el último paso de una rinoplastia y lo realizamos en aproximadamente un 75% de las rinoplastias. Deberemos adecuar las dimensiones de las narinas siempre que hayamos procedido a la disminución de la proyección de la punta, ya que esto provoca un exceso alar que se manifiesta con el redondeamiento y ensanchamiento de las mismas.
La resección de las alas puede realizarse únicamente en la porción cutánea o, también, introducirse en la narina y comprender una porción de piel vestibular o mucosa. Esto último ha de ser realizado con mucha prudencia para evitar bridas cicatriciales o la disminución exagerada de la fosa nasal, con el consiguiente trastorno respiratorio por alterar la válvula externa.
Labio
El frenillo labial une la mucosa con la encía, y cuando su inserción en la encía es muy baja limita la movilidad del labio y contribuye a formar un pliegue en el labio superior. Cuando es hipertrófico o muy corto se hace necesario su tratamiento. Realizamos entonces una plastia labial que libera el labio y mejora el aspecto.
Estará indicado, como decíamos, después de una rinoplastia de disminución, en los casos de narices muy proyectadas, en narices bulbosas y en aquellas de origen racial, chatas y con alas gruesas (narices negroides, mestizas y asiáticas).
Las formas de la resección son múltiples, pudiendo afectar no sólo a la piel cutánea, sino también a la piel vestibular. Evitamos la zona alta del surco alar por la gran cantidad de glándulas sebáceas que dificultan la correcta cicatrización.
Maxila
Con cierta frecuencia nos encontramos una hipotrofia de maxila que limitaría el resultado de la rinoplastia, ya que esta falta de proyección hacia adelante del maxilar superior provoca la correspondiente falta de proyección o descenso de la pirámide de la punta nasal (sería como si la punta nasal tuviera los cimientos más bajos de lo debido). La solución es muy simple: utilizamos implantes en placa de Gore-Tex tallados en forma triangular que colocamos bajo las alas nasales y que, en caso necesario, pueden extenderse a través de la columela. La vía de introducción puede ser a través de la misma incisión transfixante o a través de la incisión en el frenillo labial.