Otros servidores Arquero

Nuestro método de estudio

Cualquier paciente que acude a nuestra consulta ha de rellenar su historia clínica, donde se descarta cualquier tipo de patología, principalmente hipertensión, diabetes, alergias, historia anestésica, medicinas que pueda estar tomando (antinflamatorios no esteroides, etcétera.) y hábitos como el tabaquismo o el consumo de sustancias psicotrópicas, especialmente cocaína. También es importante investigar: rinitis, catarros, sangrados nasales, etcétera.

Cuando consultamos a un paciente que desea modificar la forma de su nariz lo primero que hacemos es solicitar al propio paciente un juicio estético sobre su nariz: esto nos proporciona una idea de la realidad de su análisis y nos informa sobre su capacidad de observación.

Si quien acude a nosotros es un paciente ya operado anteriormente que se queja de algún defecto consecuencia de la intervención anterior debemos ser más comprensivos y pacientes. El descontento puede referirse tanto a la presencia de una leve anomalía como a una grave secuela o, simplemente, a la insatisfacción estética del resultado.

La rinoplastia secundaria requiere, como es lógico, un conocimiento riguroso tanto de la anatomía y fisiología normales como de los cambios anatómicos y alteraciones funcionales que puede acarrear una rinoplastia. Además, exige una cuidadosa técnica operatoria y estar en posesión de los recursos suficientes de manera que podamos aplicar los diversos procedimientos para la corrección de cada deformidad. Su elección ha de ser hecha con suma precaución y siempre encaminada a alcanzar el resultado que tenemos en mente.

Descartamos, pues, el tratamiento rutinario de la nariz estética y abogamos por la rinoplastia individual, mínimamente agresiva, donde cada uno de los procedimientos tenga su finalidad. La naturalidad del resultado ha de ser tal que no sea posible reconocer el paso por el quirófano.

En ambos casos, es de suma importancia una valoración del estado psico-emocional y de las expectativas que el paciente tiene de la intervención. Si la deformidad es real, las expectativas razonables y el entendimiento adecuado, pasamos a analizar la nariz y su entorno.

estructura_piramides

Habitualmente recurrimos al dibujo artístico para señalar las alteraciones y explicar las modificaciones que creemos conveniente realizar. Representamos frontal y lateralmente, la frente, nariz, labio y mentón, así como una visión de la base de la nariz.

Para comenzar a establecer las proporciones adecuadas en un paciente caucasiano, lo primero que consideramos es la altura del labio cutáneo superior, cuya medida condicionará, y ha de ser equivalente, a la proyección de la punta nasal. Si se encuentra correctamente posicionado con respecto al labio inferior (anteriormente al mismo) y tiene las medidas adecuadas de altura y volumen (tanto el labio cutáneo como mucoso), la proyección de la punta nasal ha de ser equivalente a la altura del labio superior. Por otra parte, la rotación de la punta se corresponderá con un ángulo nasolabial de aproximadamente 95º (entre 90º y 105º).

analisis_estructural_nariz

Otro punto de referencia para calcular las dimensiones de una nariz es la altura del radix (punto superior donde acaba la nariz). Este punto se encuentra a la altura del pliegue del párpado superior, aunque esto es relativo, ya que depende de la profundidad de los ojos y de la raza (en la negra y amarilla es más bajo, a la altura de la pupila). Establecida la posición correcta de la base nasal y del inicio de la nariz, las otras dimensiones de la pirámide nasal se adaptarán proporcionalmente.

analisis_estructural_nariz2

Aunque es evidente que existe una estética social que determina qué es lo bello, la naturaleza nos proporciona una inclinación o gusto por unas proporciones agradables a la vista que son reconocidas incluso por bebés y animales. Las dimensiones de la nariz se rigen por proporciones, no por medidas concretas. La Divina Proporción nos da una pista inequívoca de cómo deben estar relacionadas entre sí las dimensiones de cada parte y del conjunto de la nariz. Así, por ejemplo, en el triángulo de la base nasal, la altura de la punta mantiene esta relación entre la altura del lóbulo y la de las narinas, así como, la anchura de la punta con la de las narinas y la altura de la nariz con la de la cara.

nariz_razon_aurea

Es conveniente aclarar las asimetrías faciales y el aspecto general de la cara antes de la operación, ya que después de la misma el paciente se va observar con mucha mayor atención. Una primera inspección nos indica la existencia de asimetrías y desvíos así como de las características y alteraciones de la cobertura nasal: piel gruesa o fina, lesiones, cicatrices, evidencia de traumas. Por último, analizaremos aquellos rasgos faciales incorrectos que pueden ser modificados para obtener un resultado más armónico.

Para el diagnóstico completo de la nariz recurrimos a otros métodos de estudio:

  • RADIOGRAFÍAS: Nos permiten valorar los huesos propios de la nariz, los senos de la cara y, en la toma de perfil facial, partes blandas (telerradiografía), la relación entre las estructuras óseas y las partes blandas de la cara.
  • ENDOSCOPIA: El examen intranasal mediante rinoscopia puede ser mejorado con la endoscopia o video-endoscopia. Ésta nos permite observar la permeabilidad de las fosas nasales, las deformidades y perforaciones septales, cicatrices, cornetes, sinequias, etcétera.
  • FOTOGRAFÍAS: Pre y post-operatorias, encuadrando toda la cabeza en las posiciones: Frontal: con la Línea de Frankfurt en posición horizontal (ésta va desde encima del trago al reborde orbitario inferior). Perfil de ambos lados: manteniendo vertical la línea que va desde la glabela hasta el centro del labio. Oblicua de ambos lados: utilizamos como guía la línea vertical entre el canto interno y la comisura labial. Basal: con la cabeza echada muy hacia atrás y la base de las alas nasales a la altura del canto del ojo). Caudal (45º hacia atrás). Dorsal (con la cabeza inclinada hacia delante). Pueden ser en reposo o riendo (la punta desciende) y, en caso de incompetencia labial, con la boca cerrada (contracción del músculo orbicular de los labios) o abiertos (músculos en reposo).
  • IMÁGENES POR ORDENADOR: No somos partidarios de su uso en la comunicación con los pacientes, ya que pueden generar expectativas no realistas, pero pueden ser muy útiles para el estudio y la programación de la rinoplastia, principalmente para cirujanos con experiencia limitada.
  • RECONSTRUCCIÓN EN 3D. La reconstrucción en 3D de la cara y, en especial, de la nariz, nos es de gran utilidad para el estudio de narices muy complejas operadas previamente (secundarias), traumáticas o fisuradas. azul

diagnostico_nasal_por_image