Técnicas quirúrgicas básicas
Esta sección aporta información sobre todo lo referente a las técnicas quirúrgicas básicas que empleamos en nuestras cirugías de rinoplastia. Evidentemente, las técnicas son diferentes según el enfoque que se decida para caso concreto. Por ejemplo, si elegimos una rinoplastia abierta o si se trata de una rinoplastia secundaria. No obstante, en general en toda rinoplastia empleamos unas técnicas quirúrgicas básicas, que detallamos brevemente a continuación:
• Preparaciones previas. Los pasos previos incluyen comprobar la correcta posición del paciente, realizar la marcación sobre la piel del paciente, los controles de asepsia y antisepsia, y la aplicación de una infiltración de solución anestésica con adrenalina.
• Incisiones. Comenzamos la cirugía realizando las incisiones correspondientes. Puede ser con una incisión en el septo membranoso, con incisiones laterales (con o sin liberación de los cartílagos), o con una incisión en la piel columelar. Obviamente esto variará en función de los objetivos que tengamos.
• Despegamiento. Esta fase consiste en separar la piel y los tejidos blandos (grasa y músculos) del esqueleto sobre el que vamos a realizar el tratamiento.
• Tratamiento de la punta. Empleamos diversas técnicas muy variadas, dependiendo del objetivo que busquemos. Por ejemplo, realizar un modelado de la punta nasal, un tratamiento de la musculatura de la punta, retirada de fibrosis o injertos previos, e incluso el acortamiento de la crus medialis o injertos cóncavos (volteo de alares).
• Tratamiento del dorso. Podemos tratar la giba osteocartilaginosa, la sección submucosa de los cartílagos triangulares, o realizar una resección del septo anterior. También tratamos la musculatura nasal del dorso, y realizamos osteotomías (fracturas) de varios tipos cuando es necesario.
• Tratamientos complementarios. El último paso de una rinoplastia (lo hacemos en el 75% de ellas) es tratar las alas de la nariz para adecuar las dimensiones de las narinas. En algunos casos, para obtener un buen resultado además de operar la nariz es necesario hacer un pequeño retoque en otra zona, normalmente los labios o la maxila. Esto lo hacemos siempre en la última fase.
• Sutura y apósito. Terminamos la cirugía poniendo los hilos de sutura, siempre intentando que sean los mínimos posibles. Tras la operación, se coloca en el interior de las fosas nasales un taponamiento con gasa impregnada en pomada antibiótica. Luego, en la parte externa de la nariz amoldamos un vendaje con esparadrapo y yeso, con el fin de inmovilizar los tejidos. Este paso es muy importante en el resultado final, pues si no se realiza correctamente puede estropear una operación.