Complicaciones
La rinoplastia difícilmente ocasiona complicaciones como hemorragias, infecciones, alteraciones de la cicatriz, etcétera. Si bien no es tan raro que aparezcan alteraciones o defectos en su morfología que exijan pequeñas correcciones o reintervenciones posteriores. Esto se debe a la gran variedad de tejidos presentes en la nariz, cada uno de los cuales cicatriza de una manera determinada en cada individuo. También, nosotros podemos ser los causantes de dichas alteraciones por un diagnóstico inadecuado o por un exceso o defecto en el tratamiento. En todo caso, la persona más indicada para realizar las correspondientes correcciones es el mismo cirujano que realizó la intervención. Como es lógico, para que esto sea posible, es necesario que el paciente haya sido advertido de esta posibilidad y que persista una plena confianza por parte del paciente.
Los injertos y la rinoplastia abierta añaden, por una parte, algunas complicaciones y, por otra, las disminuyen. La rinoplastia abierta trae consigo, como dijimos, una alteración importante de la circulación sanguínea en la punta nasal, pudiendo llegar a provocar la catástrofe de una necrosis cutánea. Las suturas bien emplazadas no suelen ser causa de alteraciones, pero mal posicionadas provocarán defectos que exigirán una nueva operación. Los injertos pre-rimales dan, con más frecuencia, un aumento o engrosamiento del borde alar y, en algunas ocasiones, su borde anterior se manifiesta en la piel, pudiendo provocar un decúbito. Los injertos alares pueden ocasionar una disminución de la cavidad narinaria y dificultar la respiración nasal por curvarse e introducirse en dicha cavidad. Para evitar esto, debemos utilizar injertos rígidos, fijarlos adecuadamente e introducirlos en bolsillos que alcancen las porciones más posteriores de la nariz. También pueden manifestarse en la piel si se provoca una retracción cicatricial peri-injerto.
A continuación presentamos un listado de las posibles complicaciones de cualquier intervención y, como no, de una rinoplastia:
0. Estado general: dolor pos-operatorio, cefalea, vómitos, meningismo, meningitis, etcétera.
1. Heridas:
- A. Sufrimiento: epidermolisis, necrosis (tensión / afinamiento excesivo / fumadores), pérdida total o parcial de la piel, partes blandas, mucosa, ósea, cartílago o grasa (lipólisis).
- B. Inflamación: edema severo, dehiscencia de sutura, intolerancia a la sutura, cuerpo extraño, fístula, dermatitis (antisépticos, pomada, adhesivo), tensión cutánea del esparadrapo.
- C. Infección: absceso, condritis, osteitis, miositis, celulitis.
- D. Hemorragia, hematoma, seroma.
- E. Perforación de la piel, quemadura.
2. Cicatrización:
- A. Adherencias, bridas, sinequias.
- B. Fibrosis, nódulos fibrosos, fibrosis persistente.
- C. Bordes: defectos en la coaptación de los bordes: montados, invaginados.
- D. Discromías: despigmentación, pigmentación, eritema persistente, telangiectasia.
- E. Anexos: quiste dérmico, milia.
- F. Cicatriz inestética: deficiente emplazamiento, cicatriz evidente, marcas de los puntos, diastasis, hipertrofia, queloide.
3. Alteraciones neurológicas:
- A. Sensibilidad: parestesias, prurito, dolor (local: neurinoma o regional), anestesia (transitorias o definitiva), anosmia, cacosmia.
- B. Motoras: paresias, parálisis (transitoria o definitiva).
4. Alteraciones vasculares: trombosis, tromboflebitis, telangiectasia, edema persistente, edema malar, etcétera.
5. Alteraciones musculares: atrofia, hipertrofia, trismus, fibrosis, retracción tendinosa, retracciones.
6. Alteraciones de los injertos e implantes:
- A. Reabsorción (parcial o total).
- B. Calcificación, intolerancia/rechazo, decúbito, extrusión.
- C. Perceptible, deformación, desplazamiento, movilización, ruptura.
7. Alteración de los colgajos:
- A. Pérdida total o parcial.
- B. Evidencia.
- C. Edema persistente.
8. Secuelas estéticas:
- A. Por alteraciones del Tamaño: asimetría, grande, pequeño, ancho, estrecho, largo, corto, fino, grueso, ausente.
- B. De la Forma: asimétrica, irregular, saliente, depresiones, ondulado, retraído, tumoración.
- C. De la Posición: asimetría, lateral, medial, superior, inferior, anterior, posterior, desviado, dislocado, elevado, caído.
8.1. Alteraciones y defectos de la cobertura cutánea y tejidos blandos.
8.2. Alteraciones y defectos de la cavidad nasal: alteraciones funcionales.
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- La atresia narinaria.
- Colapso de la válvula cartilaginosa.
- Sinequias.
- Hipertrofia de los cornetes.
8.3. Alteraciones y defectos de la punta nasal.
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- Alteraciones del tamaño y forma del lóbulo.
- Punta amorfa.
- La punta de pincho.
- Deformidad en hocico de cerdo o acortamiento excesivo de la nariz.
- Caída de la punta (plunging tip).
- Pinzamiento de la punta.
- Retracción narinaria o del borde alar.
- Columela colgante.
- Retracción de la columela.
8.4. Alteraciones y defectos de la estructura osteocartilaginosa.
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- Supratip.
- Nariz en silla de montar.
- Ensanchamiento del dorso.
- Desvío de la pirámide nasal.
- Línea de fractura evidente o escalón lateral.
- Evidente transición ósteo-cartlaginosa.
- Irregularidades.
- Dorso en arista.
8. 5. Alteraciones y defectos de las alas de la nariz. Constituye el último paso en el acto operatorio. Estará indicado en los casos de narices con alas gruesas o ptosis del reborde inferior de las narinas. Es frecuente que necesitemos proceder a su resección y rotación en aquellos casos que se ha disminuido la proyección de la punta, lo cual provocará la redundancia y redondeamiento de las narinas. Normalmente la resección se limita a la piel aunque en algunos casos será necesaria la retirada de un fragmento de mucosa, siempre de forma extremadamente conservadora.
9. Resultado insatisfactorio:
- A. Por exceso, defecto u omisión de tratamiento.
- B. Persistencia del problema, recidiva temprana.
- C. No cumplir expectativas: por irreales, deficiente explicación, ansiedad, alteraciones psíquicas, dismorfofobia no diagnosticada, etc.
- D. Por complicaciones, secuelas o estigmas.
